viernes, 10 de febrero de 2012

Dopaje, envidias… y mala fe


Las olimpiadas de Barcelona dieron un impulso importante al deporte español y desde entonces se mantiene en una posición muy interesante. Y por lo que se ve en una posición envidiable, en especial para nuestros vecinos franceses. ¿Os acordáis de los abucheos a Nadal después de arrebatarles su primer Roland Garros? Ya pasó anteriormente con Indurain. Vergonzoso. Una gran potencia deportista como lo fue Francia durante muchos años no soporta que unos deportistas desarrapados del "subdesarrollado sur", como así nos consideran, les pasen la mano por la cara a los suyos.

La cosa ha ido a más de forma inversamente proporcional, es decir, cuanto mayor ha sido la caída del deporte francés más envidia ha generado en algunos estamentos y/o personas. ¿Os acordáis del papelón de la selección francesa en el mundial de futbol? Esa es la causa primera de la criminalización y persecución a  que están sometiendo a los deportistas españoles en el país vecino.

Fotograma del video de Canal +Francia
Canal+ Francia no se ha andado con chiquitas y ha lanzado toda su artillería.  Y lo hace creando el ambiente propicio para arropar los ataques que se llevan a cabo contra los deportistas españoles. Traición, golpes bajos y mentiras, armas clásicas de aquellos que se sienten débiles contra los que son o ellos creen que son más fuertes. Pero no nos engañemos, esto pasa a nivel de países, a nivel de empresa, en el vecindario, … y muchas veces hasta en el grupo de “amigos”.

Sea cual sea la causa de la envidia no está siempre tan lejos, siempre va acompañada de las mismas artes, sigue un mismo proceso y acaba en el mismos lugar: el núcleo envidioso (grupo o personas individuales) buscaran el apoyo en otros (nación, trabajo, vecinos, …, etc.) para joder a aquel o aquellos con los que compiten. Porque al fin y al cabo todo se reduce a eso, competencia.

¿Que cómo consiguen apoyo? Criminalizado al contrario, empleando malas artes, agarrando alguna insignificancia a la que rodean de mentiras o simplemente inventándose falsas historias. Evidentemente triunfan porque por lo general todos estamos mucho más predispuestos a creer la mentira que no la verdad.  Al mentiroso se le cree sin más y al que dice la verdad, en el mejor de los casos, se le pone, siempre, la duda por delante. El resto de componentes participan, bien mediante asentimiento, bien con complacencia o simplemente con indiferencia, hacia aquello que pasa ante sus narices.

Por tanto, suceda al nivel que suceda, a nivel de estado, de vecinos, compañeros, "amigos", etc., para mi, perdonadme, esta es una de las condiciones más deplorables de la condición humana.  Siempre va acompañada de  premeditación, alevosía, mala baba, malas artes y miserable persecución.  Deplorable, una vergüenza, sea cual sea el nivel que se practique.

Garzón


Se que esto puede parecer un poco contradictorio pero Garzón no fue nunca de mi devoción.  Siempre le he visto como un personaje mediático, de golpes de efecto.  Sus casos han tenido siempre un alcance social y han ido acompañados de un fuerte dispositivo propagandístico por parte de los medios de comunicación nacionales y esto le hadado mucho prestigio. Cuando las campanas suenan tan alto me hacen daño en los oídos. 

Tampoco entiendo como puede ser que a un juez, nada menos que de la Audiencia Nacional,  ordene unas escuchas telefónicas y no se asegure hacerlas de tal forma que no se las puedan tirar por tierra. Siendo un juez con tanta experiencia y habiéndole sucedido ya lo mismo en la “Operación nécora” hace 20 años donde los pinchazos telefónicos no fueron tomados en cuenta por "no ajustarse a derecho" debería haber aprendido.  Error repetido que le ha llevado a las fauces de las hienas

Lo que le ha sucedido es grave pero creo que lo peor de todo es que la partida que está en juego es muy fuerte. Se trata de la España negra contra la España democrática, del partido heredero de esa España que no conseguimos olvidar y del poder de los que merodean en torno a la estructura del Estado para dar el pelotazo, contra la otra España más humilde. Esto es mucho. Pero es también por esa razón que todo debía estar fuerte y bien atado, bien preparado y bien ejecutado, para que fueran a la cárcel los delincuentes y no el juez que los persigue.

Todos hemos perdido una gran oportunidad para poner algunas cosas en su sitio y al tiempo hemos vuelto a poner los pies en el suelo: este país ha cambiado lo suficiente como para no cambiar nada (en lo fundamental).

De todas formas este señor tiene sus méritos y es evidente que si hay un juez que se ha jugado el tipo, ese, es Garzón.  Bien merece nuestro apoyo.
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